viernes, 2 de julio de 2010

En la Última Canción de A



Y ¿qué sentido tiene que venda mi vida aquí o allí?

Lo que tenga que ver puede que no sea tan diferente ¿o sí?

Cuando A me cantó,

en silencio,

en el vagón del cercanías

y adiviné la canción.

Cuando A me demostró que todo pudo ser cuestión de fe.

Cuando Joanmi habló y demostró que “t´estim com un loco i m´aguant”.

Y dimos media vuelta para ver que había pasado.

Vimos cuando había que abondonar

pero en vez de eso

va y le encontramos un sentido.

Cuando A me demostró q todo pudo ser cuestión de fe.

Cuando Joe habló y demostró que tenía q tener “cuidado con el fuego que enciendes”

Cuando Raemon habló y demostró que “vivir a tu indiferencia es un milagro”.

Había que abondonar

pero en vez de eso

va y les demostramos que no.

En vez de eso

va y les hacemos caso a otros.

Cuando A me demuestra que todo es cuestión de fe.

Cuando Standstill canta y me demuestra

que tenía que “inventar un plan para escapar hacia delante”.

Va y todo tiene un sentido.

En la última canción,

en la única que no comparto contigo.

En la última línea

la que te canto en silencio,

al oído,

como hacías tú en aquel vagón,

como hacía yo soñando en tus rodillas.

La que viaja en la distancia que hoy nos separa

y que te dice:

“quiero verte,

quiero hablarte,

quiero quererte,

quiero sonreírte,

quiero reírme contigo”.

Aparecen las canciones de antes

y va y todo tiene un sentido.

Volvemos hacerle caso a todos.

Cuando A me demuestra que todo es cuestión de fe.

Cuando Joe vuelve a cantar como hacía en Vilanova demostrándome que

“los amigos que se quieren y se aman con honestidad

siempre van a estar unidos hasta el final”.